Dije que estoy curada, y así es, pero debo matizar esta afirmación. Debo matizarla
por cosas como que el otro día una amiga me preguntó si quería acompañarla de viaje a Tailandia el
mes que viene, sin billete de vuelta y posiblemente para no volver en varios
meses.
Éste fue sólo uno de muchos ejemplos de propuestas o preguntas similares, posiblemente
encaminadas a celebrar mi curación, pero al fin y al cabo preguntas que indican
un estado general de confusión con respecto a lo que es la vida del
Trasplantado-De-Médula-Reciente. Que no se me malinterprete: Me encanta que mi
amiga aventurera piense en mí para planes intrépidos como éste y espero en un
futuro poder apuntarme sin dudarlo a cosas así. Pero no, ahora mismo no puedo ir
a Tailandia. Estoy a mil millas de remotamente plantearme la posibilidad de ir sin
fecha de vuelta a ningún sitio exótico como Tailandia.
Aventureros con amigos post-leucémicos del mundo, prestad atención, porque esta
entrada pretende aclarar un poco las cosas. Bienvenidos al mundo del
trasplantado-de-médula reciente (TDMR).
El trasplantado-de-médula-reciente (TDMR) es alguien que, como yo, ha sido
sometido a un trasplante de médula recientemente (hace menos de un año). No importa cuántos años tengas: a partir de
tu trasplante, al menos una parte de ti es totalmente nueva, inexperta y, en
gran parte, ineficaz. Me estoy
refiriendo a tu sistema inmune. Inmunológicamente hablando, eres como un bebé
en una guardería, que pilla cualquier cosa y se pone malo a la mínima ocasión.
Esto se debe a dos motivos:
1. El trasplante de médula no
consiste en que te “arranquen la médula” y te metan otra. O sí. Lo que pasa es que el proceso de “arrancado”
de tu médula original es más bien un exterminio químico provocado por la quimio
y radioterapia (¿Os acordáis de Papá Quimio y del Dr. Tv?). Y la nueva médula
que te injertan no es una médula completamente formada, sino más bien una
médula del IKEA: te dan las piezas básicas (un conjunto de preciosas células
madre de la médula del donante) y ya tú te vas construyendo una médula completa
con la ayuda de un libro de instrucciones (1), ciertos fármacos y el paso del
tiempo.
2. Medicación. Entre otras muchas pastis que tienes que
tomar, unas muy importantes son los inmunosupresores (Sí, supresores del
sistema inmune). Y os preguntaréis, ¿cómo, por qué suprimir cuando acabas de
injertar?. La razón es evitar la enfermedad de Injerto Contra Huésped (EICH):
si la nueva médula, encontrándose en un cuerpo nuevo y fuera de su entorno
original (un joven canadiense altruista), se desarrolla muy rápido, puede reaccionar
atacando al nuevo huésped (yo). Los
inmunosupresores se encargan de sedar a tu médula por la misma razón por la que
había que sedar a MA antes de subirlo a un avión: para evitar que se liara a repartir
a diestro y siniestro, presa del pánico. Pero incluso tomando estas
precauciones, a veces la médula se rebela ante lo desconocido provocando una de
esas EICH. Los síntomas habituales son náuseas, diarrea y erupciones cutáneas. Eso
me pasó a mí a los dos meses del trasplante. El tratamiento consiste en la
conocida CORTISONA, una droga legal que te pone frenético y de muy buen humor y que sería megachupifrosti de no ser porque:
a) No vivo en una rave.
b) Provoca el efecto secundario conocido como “cara de luna”, que más bien podría llamarse “cara de culo” a juzgar por lo favorecedora que es (pero estás vivo y tienes una médula nueva, así que no te quejes y abraza la oportunidad de trascender tu ego y romper la identificación con tu imagen física).
a) No vivo en una rave.
b) Provoca el efecto secundario conocido como “cara de luna”, que más bien podría llamarse “cara de culo” a juzgar por lo favorecedora que es (pero estás vivo y tienes una médula nueva, así que no te quejes y abraza la oportunidad de trascender tu ego y romper la identificación con tu imagen física).
Así que todo
aquél que como yo, haya recibido un trasplante de médula hace cuestión de meses
va a ser probablemente alguien:
- Muy dependiente del hospital (recetas, consultas, analíticas, tratamientos
complementarios).
- Propenso a ponerse enfermo o a fatigarse en exceso (sistema inmune dormido
por la inmunosupresión y poco desarrollado).
- Con una pinta rara que según el día le hará más o menos gracia: posible
sobre o infra peso residuo del tratamiento; cara de luna/culo si ha habido corticoides de
por medio (algo muy habitual) y pelo corto raruno (el pelo corto “post cáncer”
se rige por designios caóticos, tiende al modelo Casco y está tan lejos del elegante
pelo corto a lo garçon como yo de poder ir a Tailandia).
- Que no puede beber alcohol (interfiere
con la medicación). Es de vital importancia que recuerdes esto si vas a invitar
a tu amigo a cualquier evento en el que la conservación de la cordura dependa
directamente de la cantidad de alcohol en sangre: bodas, bautizos y comuniones,
cenas de empresa, reuniones navideñas, verbenas y fiestas de Prao son algunos
ejemplos.
Visto esto, amigos aventureros, la verdad es que de aquí a unos cuantos
meses no podré acompañaros a muchas de vuestras aventuras. Tampoco creáis que os envidio demasiado. No
tengo nada en contra de pasar el invierno enfundada en mi pijama de Pandicorn
(el panda unicornio), siempre que haya Netflix, HBO, Popitas y buena compañía. Y
si bien este sábado no podré disfrazarme de la versión putilla de cualquier cosa
para salir por carnaval (cogería frío), tened por seguro que me disfrazaré de la
versión putilla de cualquier cosa en agosto, cuando llegue el carnaval de
Luanco (2).
P.D.: Quiero dedicar esta entrada a mis amigos aventureros, para que no
dejen de proponerme planes descabellados por muchas veces que les diga “no
puedo”. Y a Pablo Ráez, quien ojalá estuviese ahora padeciendo estos pequeños
inconvenientes en lugar del injusto desenlace que le tocó en suerte, y que nos
enseñó a todos a ser “siempre fuertes” (aunque seamos TDMR).
(1) Instrucciones: debes ir al hospital dos veces por semana al principio,
y después cada dos semanas, o (mucho después y si todo va por el libro), cada
tres, para hacerte análisis de sangre, acudir a consulta y de vez en cuando
recibir tratamientos complementarios, vacunas y
cosas así. Y si te pones malo y/o llegas a 38 de fiebre, a urgencias
inmediatamente. Los truculentos tiempos de la quimio han quedado atrás, pero el
tratamiento continúa, y puede que ya no estés ingresado en el hospital, pero
sigue siendo tu segundo hogar y desde luego no cuentes con estar más de dos
semanas lejos de él. Y aunque no
tuvieras que hacerte análisis ni tratamientos ni acudir a consulta, dependes
del hospital para conseguir las recetas de todas las carísimas, super controladas
y desde luego no legalmente acumulables para estancias largas en destinos
exóticos, MEDICINAS. Pasemos al punto 2.
(2) El carnaval de Luanco es cáncer-friendly
no sólo por las amables temperaturas de agosto, sino porque, además, si aún
estás en la fase del pañuelo, puedes, con un poco de arte, anudártelo en la
frente y la gente pensará que vas disfrazada de Carmen Miranda. Doy fe, me pasó
el año pasado con un amigo que no se había enterado de que tenía
leucemia.
ERES GRANDE Y ESTUPENDA, Y CON LA CABEZA BIEN AMUEBLADA, QUE ES LO MEJOR QUE PODEMOS TENER Y NO HACE FALTA IRSE AL CULO DEL MUNDO PARA SER FELIZ Y ESTAR BIEN.TU Y MUCHOS COMO TU, INCLUIDO ESTE ULTIMO FALLECIMIENTO, NOS DAIS A DARIO UNA LECCION DE VIDA UN ABRAZOOOOOO FUERTE Y PATRAS NI PARA COGER IMPULSO.
ResponderEliminarGracias Isabel!! :)
EliminarRosa yo te invito a un viaje para salvar el planeta tierra, se llama armada ! Aunque sé que tienes mucho que leer 😋. un beso!
ResponderEliminarEstá en mi lista!! :D
EliminarEres la leche! Y además me acabo de quedar loca con la existencia del pandicorn. Me alegro profundamente de que progreses adecuadamente. Besu!
ResponderEliminarGracias María! :)
EliminarPues con el pandicorn estarás moníiiiiisima
ResponderEliminarEl Pandicorn nunca falla, es una elección segura de look :)
EliminarHola! Yo vivo en Luanco, me apunto a lo del Carnaval de Verano. Si vienes, aquí tienes mi casa. Me gustaría conocerte en persona. Un besu
ResponderEliminarMuchas gracias! Nos vemos en verano entonces. Un besote!
EliminarIba a preguntarte cómo estabas hoy mismo y he visto que habías publicado... Me alegro!!! Y nada, a seguir siendo fuerte, que Tailandia seguirá estando ahí cuando todo esto haya pasado... y si no está (el mundo está raro, raro) pues ya habrá otro sitio al que ir con el billete abierto (que volver hay que volver que queremos seguir sabiendo de ti). Un beso guapa!!!
ResponderEliminarGracias Belén :)
EliminarAi Rosa no te habia leido, y eso bien para mi y para ti que ya pasamos poco tiempo por estos lares, Y eso es buena señal. Pues ya queda poco para Agosto, asi que vete pensando disfraz ;)
ResponderEliminarUn placer como siempre leerte